Romántica

Ahora que acaba de terminar me viene a la mente el primer día de verano. Empezó con una fiesta de largo en unos jardines de en sueño, las mujeres llevaban vestidos largos firmados por algún nombre importante, en su mayoría vaporosos y de tonos claros. En la cena a mi lado se sentó una mujer a la que vi desfilar desde el principio de la interminable mesa sin poder quitar los ojos en sus pantalones y la forma de su chaqueta, llevaba en concreto el primer conjunto por la izquierda de las imágenes de arriba y pensé que era la mujer más elegante de la fiesta. Hablando con ella me contó que formaba parte del equipo de Delpozo y entonces comprendí mejor su look. Me enseñó y presté mucha atención a la plataforma de sus zapatos dorados que estaba llena de pequeñas flores, me enamoré, mientras me explicaba que quien también se había enamorado era la redactora de Style.com y que los ojos de Moda Operandi, exitosa web de ventas onlie de grandes firmas, estaba muy interesada en ellos. Ahora se que Delpozo piensa abrir su primera tienda en EEUU, como era lógico, después de dos temporadas desfilando en la semana de la moda de Nueva York y con las famosas americanas respaldando sus diseños. 

Durante mucho tiempo mi mente siempre se había imaginado y soñado con asistir en un Valentino o Ellie Saab y pasear de la mano de Chloé o Jil Sander.

 Para que engañarnos siempre he sido una romántica, las flores, los brocados, los colores pastel y porqué no, de vez en cuando la sencillez están en mi mente y en mi ropa. 

Aunque hasta ahora y probablemente que hasta dentro de mucho, quien sabe si alguna vez, podré permitirme algo de eso, aunque eso nunca me ha frustrado ni un poco. 

 Pero no me hace falta mirar hacía fuera, hay ciertas firmas españolas y algunas a mi alcance, no es el caso de Del Pozo, que suplen y hacen mis deseos reales. 

Véase el caso de Kling, llevo vistiendo de esta pequeña tienda que al principio solo estaba en el Mercado Fuencarral, desde los 16 años. Y aquella primera noche de verano también fue mi elección. 

Pero hay otras, gracias a sus fundadoras Paloma y Teresa, he conocido Kolonaki, también 100% española y romántica.